UN SUEÑO ETERNO
UN SUEÑO ETERNO
Muchas veces hemos escuchado decir que la muerte es prima hermana del sueño y otras hemos oído que la vida es un sueño.
No quisiera expresar un criterio contrario a ninguna de estas dos afirmaciones; sin embargo parece ser que ciertamente, la primera es la que mejor describe el final de la vida; pues por experiencia sabemos que al término de cada día, cuando la luz solar se oculta y aparecen las sombras de la noche, nos disponemos a descansar y nos entregamos al genuino placer de dormir y cuando lo hacemos, nuestro cuerpo físico se queda inmóvil, insensible a ruidos y movimientos hasta que amanece el nuevo día y nuevamente debemos cumplir con nuestros deberes y realizar diversas labores y así constantemente en un ir y venir de los días, transcurre nuestra vida con temores, con alegrías y penas, con satisfacciones y disgustos, con lágrimas y risas; pero siempre recorriendo el intenso camino que el destino nos ha trazado.
Pero, llega un día en que esta rutina se interrumpe, por cualquier circunstancia de la vida, nos toca dormir para siempre y ese sueño se lo denomina como sueño eterno o descanso eterno, terminando ahí nuestras ilusiones y anhelos, nuestras esperanzas y desvelos. En ese momento aparecen los amigos y parientes aquellos con quienes casi no tuvimos el placer de saludarnos y mucho menos decirnos una frase de afecto, dizque a lamentar nuestra partida.
Creo distinguidos lectores que debemos aprovechar el tiempo en que estamos vivos para poder estrechar nuestras manos, darnos un abrazo fraterno y por lo menos demostrar que nuestro pariente, amigo, vecino o conocido es importante para nosotros,
Vivamos la vida y disfrutémosla hasta el día en que fugaz y repentina tengamos que emprender nuestra partida.
Saludos queridos amigos.
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